Imagina la siguiente escena: tu chica te pide encarecidamente que te apuntes con ella a clases de bachata. Quieres complacerla, y sabes que eso la haría inmensamente feliz. Mientras buscas la mejor respuesta para eludir semejante acontecimiento, tu cabeza formula toda esta retahíla de interrogantes y dudas varias:

• ¿Y si no acierto con el ritmo?

• Aprender a bailar requiero mucho esfuerzo

• ¿De dónde me saco el tiempo para asistir a clase?

• Soy demasiado tímido…

• No tengo el físico necesario.

Tu chica anda enganchada a los ritmos latinos, y va a ser difícil quitarle de la cabeza esa idea. Quiere compartir contigo algo que a ella le fascina. Así que será mejor que te pongas manos a la obra, antes de que ella decida un cambio de pareja, ¡y no precisamente de baile!

Has de reconocer que a ti también te gusta la salsa, la bachata… La primera, alegre movida, rítmica, divertida. La segunda, romántica, lenta, sensual. Ambas las habéis bailado más de una vez, así que… no tendría que haber problema en bailarla con más gente. Eso sí, atento a los cambios de pareja, que en baile son una muy buena manera de mejorar y corregir errores.

Comunícate con tu pareja

Bailar desarrolla la comunicación no verbal, a través de los movimientos del cuerpo, mientras se estimula la vista, y aumentan… otros deseos. Además de disfrutar de todos los beneficios del baile: ejercicio, diversión, resistencia y estrés a raya, por ejemplo, estarás haciendo más fuerte la comunicación con tu pareja, no lo dudes. Dicen que el baile en pareja es una forma de “cocinar lentamente la sexualidad”, así que seguro que si te esfuerzas un poco al inicio, acabarás siendo el cisne deseado.

La bachata y los ritmos latinos obligan a las parejas a confiar en la comunicación no verbal para contar una historia juntos. En ocasiones se invierten los roles, y es tu pareja la que conduce el baile, lo que hace la clase mucho más divertida. Ponerse en los zapatos del otro ayudará a reforzar tu vida personal y profesional.

Confianza, cooperación, trabajo en equipo… Todo eso se refuerza cuando bailas en pareja. Pero además, bailando tienes la oportunidad de conocer otras parejas como vosotros y forjar relaciones sanas y duraderas. En las clases de baile se crean grupos de WhatsApp, de Facebook, se planean quedadas, excursiones, escapadas a congresos de baile y a weekends de la propia escuela. Un amplio abanico para conocer gente nueva y conectar con ellas. Siempre es bueno entablar relaciones en otros entornos que no sean los profesionales. ¡Y tú pasas demasiado tiempo en el trabajo!

Supera la vergüenza

En cuanto a todas esas preguntas que rondaban tu cabeza, te diré que el baile te ayudará a superar la timidez. Si, si, como lo oyes. La gente no suele fijarse en los que bailan mal, sino en los que lo hacen muy bien. Todo el mundo está tan concentrado en llevar bien los pasos y adaptarse al ritmo que no se fijará en como bailas tú. Nadie va a una academia de baile a reírse de cómo lo hacen los demás. Lo importante es siempre la actitud, así que… ¡sonríe siempre, pase lo que pase! El baile es un excelente método para superar la timidez y mejorar tus habilidades sociales.

¿Imaginamos de nuevo la escena? Tu chica te pide encarecidamente que te apuntes con ella a clases de bachata. Quieres complacerla, y sabes que eso la haría inmensamente feliz. Así que, sin dudarlo, le dices: “¿Cuándo empezamos?”.

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